Contractura capsular: Todo lo que necesitas saber
28.04.2022

La contractura capsular o encapsulamiento del implante es una de las principales complicaciones en las mujeres que se han sometido a una cirugía mamaría de aumento. Consiste en el endurecimiento o engrosamiento de la membrana fibrosa o cápsula que se forma alrededor del implante de forma natural. En ocasiones puede producirse un desarrollo excesivo de la cápsula alrededor del implante, provocando una presión excesiva sobre los tejidos y endurecimiento en la mama. A esto se le conoce como contractura capsular. Es importante saber diferenciar entre un encapsulamiento natural y el que se produce en exceso, el segundo constituye un problema.
Encapsulamiento natural vs Contractura capsular
La cápsula protésica o encapsulado natural se produce cuando un cuerpo ajeno se introduce en el organismo, en este caso la prótesis. Es una reacción regular porque reconoce el implante como extraño, y aunque no le va a provocar ningún daño tampoco lo puede eliminar, por eso crea una fina cápsula que lo rodea. En líneas generales no suele provocar problemas ni molestias, pero hay ocasiones en las se produce un engrosamiento exagero de esa cápsula dando lugar a la famosa contractura capsular. Por tanto, se puede decir que esta contractura es una alteración de la cápsula habitual que forma nuestro organismo.
Tipos de encapsulamiento
Existen diferentes tipos y grados de encapsulamiento. Se utiliza la escala de Baker para determinar la clase y gravedad del que se ha producido. Esta escala está compuesta por diferentes niveles según las molestias que siente el paciente, la dureza del encapsulamiento y la malformación que ha producido en los senos.
Grado I. La mama parece natural y es blanda al tacto, no sienten molestias ni dolor. Hay una cápsula pero no se contrae.
Grado II. El seno tiene un aspecto normal pero al tacto no es blando, más bien se muestra algo endurecido, y las pacientes pueden llegar a sentir molestias. En estos casos hay una contractura moderada.
Grado III. La apariencia de la mama ya no es normal, manifiesta una malformación. Se ha endurecido y al tocarla se puede palpar la propia prótesis. La paciente suele sentir dolor. Se produce cuando el implante empieza a desplazarse de su posición, por lo general hacia arriba.
Grado IV. Los síntomas son muy similares a los del grado III pero el seno está completamente duro y deformado, con una apariencia anormal. Las pacientes suelen presentar dolor por el endurecimiento progresivo de la cápsula.
¿Cómo se produce?
La causa principal de que se forme este tipo de contractura es por la presencia de un Biofilm, un conjunto de bacterias. Existe la posibilidad de contaminación bacteriana de la superficie del implante por el exterior a través de la glándula mamaria. Cuando el organismo detecta estas bacterias se forma una cápsula de un tamaño mayor a modo de protección para aislarlo.
Hay contracturas capsulares que se ven tras la aparición de seromas (líquido periprotésico) o de hematomas importante tras la cirugía.
¿Cómo saber si tengo una contractura capsular?
Existe un periodo de riesgo de contractura y suele rondar los seis meses posteriores a la intervención, aunque lo más habitual es que aparezca durante los tres primeros. Si una vez pasado este periodo no ha sucedido nada, no existe riesgo en este sentido.
Los síntomas suelen reflejarse en un engrosamiento que produce la sensación de firmeza y dureza del seno. El paciente puede notar incomodidad, sensación de pesadez, dureza, opresión, notar el implante al tacto, tirantez, dificultad de movimientos o dolor frecuente y constante.